jueves, 16 de abril de 2020

De mi bitácora de viaje - Puerto Rico

Esto escribí en mi cuaderno de apuntes aquellos días durante el entre tiempo que va del final del 2001 y el inicio del 2002. Estuve entre enero y febrero de 2002 unos días en Miami y otros en Puerto Rico, con la intención de emigrar, como ya lo hicieron mis hermanas que a estas alturas son ciudadanas americanas.  En ese entonces todavía creía ciertas cosas sobre la religión y las oportunidades, el progreso, etc. Con el tiempo y con la práctica del arte de performance, las artes visuales, el arte contemporáneo, las lecturas, las buenas compañías, las inauguraciones, las visitas a muestras de otres, las visitas a museos, charlas, conferencias, cursos, me fui deconstruyendo, aprendiendo, ahora soy otra, algunas veces ni yo me reconozco. Y bueno, así es la vida. Unos cogen y otros miran dice el refranero popular. Aquí algunas notas que quiero compartir. (los puntos entre paréntesis son cosas privadas)

"Acabo de leer el mail, buenas noticias (...) Buenas, muy buenas noticias.
Y yo aquí llorando, pensando que tenía que mudarme a Puerto Rico porque estaban tan mal las cosas allá. Ahora me puedo preocupar por mí, encontrar un trabajo aunque sea de medio tiempo, con una paga mediocre pero que sea en algo que me guste y que me permita pintar y pintar con toda la furia, y asistir a la universidad (...)
Tengo esperanzas de que las cosas van a cambiar para bien.
Como dice la Carrión, estamos pariendo una nueva Argentina, con dolor, mucho dolor, pero así son los partos, díganmelo a mi.
Mi impresión de mi estadía en Puerto Rico, es que es muy pintoresco el lugar (Old San Juan) muy bonito y con muchos contrastes, con sus lujosos cruceros y sus gordos/as americanos llenos de colores con sus zapatillas y medias blancas que compran casi todo lo que se cruza.
Sus adictos vagando por las calles, los mendigos y borrachos vagando por las calles.
Los gatos hambrientos saltando de balcón en balcón, sus museos, su museo de las raíces africanas, su museo de las américas, su museo de arte contemporáneo, sus galerías de arte.
El arte con tanta fuerza como se ve en todos lados, sus joyerías y casas de artesanía, hecho a mano dicen sus carteles, hecho a mano, pero casi todo es de fuera de la isla, Puerto Rico se transformó en Estados Unidos. "

Después hay algunos dibujos. Hacía siete años que no dibujaba, el tiempo que me dediqué a criar a mi hijo y a trabajar, mayormente en empresas de telefonía celular.

 



Y con lápiz seguí escribiendo:

"Hoy fue mi primer día en Puerto Rico.
Me levanté a eso de las 8.30 de la mañana, hora en que llegó la empleada de servicio de la casa en que me hospedo. Esta casa es de Sandra la jefa de Dora y fue muy amable en ofrecerme alojamiento para mi estadía aquí.
Anoche fuimos a ver un par de Guest House que sacamos de una guía pero la impresión que nos causó no fue muy buena, así que nos venimos aquí finalmente. No era mi intención pero el ofrecimiento de Sandra fue muy sincero.
La casa está en el corazón del Viejo San Juan, en una callecita encantadora, con estilo colonial español, con una vista increíble hacia el mar. Adentro está restaurada y decorada con buen gusto.
Pisos en blanco y negro, las vigas del techo y las aberturas también en negro, las paredes de la casa en blanco. El baño también es blanco y negro.
La dueña de casa tiene un perro muy amistoso, se llama Dougan.

 


Un perro amarillo, puro perro, le gustan las galletitas y oler las partes privadas de los visitantes.
Tiene un balcón de rejas con vista al mar, y el aire entra libremente en la casa, así que uno está como afuera (no sé cómo será en caso de huracán) pero se ve que es el estilo aquí, porque también lo tenían en una posada que visité hoy.
Sigo con mi relato, esta mañana luego de conversar con la empleada doméstica que es de Bulgaria, muy simpática, partí a recorrer la ciudad, el casco viejo.
Estuve en el fuerte, en la Escuela de Artes Plásticas, quedan justo en la cima del morro, y se llega luego de caminar por un parque precioso y con calles de adoquín.
Después de recorrer la Escuela me atreví a preguntar por sus vacantes para profesores y me dijeron que debo llevar un cv. y esperar que se presente una vacante.
También estuve luego en el museo de Raíces africanas donde una empleada muy amable me vino a explicar los pasajes y las dudas.
Es muy impresionante confirmar las condiciones infrahumanas a las que sobrevivieron algunos y padecieron todos los africanos que fueron esclavos.
También hay una cámara donde simulan el barco y las condiciones de hacinamiento a que fueron sometidos.
También visité el museo de las Américas donde vi dos muestras que me parecieron excelentes, una de un artista gráfico y otra de pinturas en gran formato con "Mixed Media" (pintura asfáltica, pintura sintética, etc)
Los afiches estaban muy buenos y había una producción impresionante, que abarcaba las paredes de tres habitaciones grandes, enmarcados en rojo, azul y negro y con vidrio adelante y atrás.
De allí fui a ver una guest house muy linda, se llama La caleta, tiene cocina y baño privado y es muy acogedor.
Recorriendo el barrio viejo, es increíble ver cómo conservan las casas, es obligación para los propietarios restaurar y conservar las fachadas de las viviendas al estilo colonial, así que todo lue muy bonito.
Fui a averiguar para ir a la universidad pero hoy estaban de protesta así que será otro día.
También pasé por una galería de arte y tengo una entrevista para mostrar mi portfolio para agendar una exhibición.
También pasé por una casa de fotos y compré los marcos de las diapositivas y me van a hacer también un cd con los slides.
Luego me detuve a comer algo, ya eran las dos de la tarde y mi estómago me estaba por hacer un cacerolazo.
Entré en un kiosco y compré algunas porquerías, al salir encontré un cyberbar muy lindo con frutería y leí el email. Me respondió el Ceo de la agencia y también tenía un email de C.F. me dió una alegría enorme!!."

 

Fueron cinco días en el Viejo San Juan, cinco días llenos de incertidumbre y vagabundeo indeciso pero atento y abierto, respirando el ambiente portoriqueño, caribeño. vi mucho arte, dibujé, escribí, saqué fotos, mostré mi portfolio en un par de galerías, visité muchas, y museos, compartí tiempo precioso con mi hermana, leí un capítulo de un libro sobre la vida el artista y la manera de reencontrarse con la creatividad. Participé de un proceso de selección de personal, pero decidí volver. Volví a Miami unos días más para estar con mi otra hermana y su familia. Ahí se afianzó mi deseo de regresar, en esos días escribí por correo electrónico a algunes amigues, que me contestaron cosas hermosas y me ayudaron a tomar una decisión tan difícil y trascendental y regresé a mi casa, con mi hijo y con mis padres, y comenzó una nueva etapa de mi vida. Fin de la anécdota.


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